Las joyas, más que un accesorio para nuestros diferente atuendos, se han convertido incluso en verdaderas obras de artes que se han inmortalizado en la misma historia del mundo, ya sea gracias a alguna aparición estelar en la gran pantalla o a la persona que las portaba.
Desde el famoso collar de perlas de Marilyn Monroe hasta diamantes con una misteriosa maldición sobre ellos, Joyerías Lorena, conocedores en joyas, nos invitan a un paseo por la historia de las joyas. Algunas de las más famosas a nivel mundial son:
Collar de María Antonieta
El famoso collar de la reina María Antonieta, en realidad nunca fue de ella. La historia detrás de la extraordinaria alhaja cuenta que la encargó Luis XVI para obsequiársela a su amante, pero falleció antes que se terminara de engarzar. Entonces, los joyeros a cargo se vieron en un aprieto para vender la pieza, una vez terminada ya que el collar poseía nada más que 647 diamantes.
Así, una condesa, que decía ser íntima amiga de la reina, convenció a un cardenal para que comprara la joya en nombre de María Antonieta y quedárselo para ella. El cardenal, movido por la ambición de entablar mejores relaciones con la realeza, accede.
Al final, el fraude es revelado, el cardenal es encarcelado, la estafadora se quita la vida y Maria Antonieta, totalmente inocente, es acusada de malgastar la fortuna real.
Diadema de la emperatriz Eugenia de Montijo
La aristócrata española Eugenia de Montijo, quien fue esposa del emperador Napoleón III, sobrino nieto del conocido Napoleón Bonaparte, era una gran compradora de joyas y tenía una gran colección de ellas. De hecho, el museo de Louvre tiene en exposición algunas de las joyas de la realeza francesa, donde se puede admirar su belleza.
Anillo de compromiso de Lady Di
Fue la misma Diana Spencer, novia del príncipe Carlos, la que eligió el anillo que sellaría el compromiso matrimonial entre ambos.
El elegido fue un anillo de oro con un zafiro oval rodeado de varios diamantes que pertenecía al catálogo de uno de los joyeros mas antiguos de Inglaterra; y justo la historia de su procedencia es la que genera la polémica sobre la emblemática joya. Y es que si en verdad provenía de un catálogo, quiere decir que hay otros como él en el mundo.
Pulsera Jarretière de Marlene Dietrich
La icónica femme fatale del cine era una apasionada de las piezas de joyería y tenía una amplia variedad de joyas de las mejores marcas. Esto quizá porque nació en el seno de una familia de relojeros y joyeros.
De entre todas, la pulsera Jarretiére ha sido recordada a través de los años después que se hizo conocida porque la actriz la llevaba en la muñeca durante la filmación de la película de Alfred Hichcock, “Pánico en la escena”.
Perlas Mikimoto de Marilyn Monroe
El icónico collar de perlas de la reconocida marca Mikimoto, fue un regalo de bodas que el beisbolista Joe DiMaggio le hizo a Marilyn Monroe.
Aún después del divorcio, la actriz lo llevaba como valioso recuerdo y antes de su fallecimiento, Monroe regaló la joya a una amiga. Más tarde, fue exhibido al público, antes de ser subastado.
Diamante Tiffany’s
Este enorme diamante de color amarillo brilla con luz propia. Su historia comienza cuando fue descubierto en unas minas de Sudáfrica, y luego adquirido por la prestigiosa firma Tiffany & Co.
Su gran tamaño y color son inolvidables por sí solos. No obstante, la pieza se hizo mundialmente famosa por su aparición en el cine, cuando la famosa actriz Audrey Hepburn lo llevó puesto para la campaña de publicidad del filme “Desayuno en Tiffany’s ”, en 1961.
Luego, dos personas más tuvieron el honor de usar tan bella pieza. Fue parte de un collar que llevó la Sra. Whitehouse en 1957, para un baile de Tiffany; y en 2019, lo lució Lady Gaga en una entrega de premios. Hoy se expone en la tienda central de la firma, que se encuentra en la Quinta Avenida, Nueva York.
Perla Peregrina
Esta perla fue descubierta por un esclavo panameño hace más de 400 años, y viajó por varios países hasta llegar a manos del rey de España, Felipe II. Sin embrago, aunque puede parecer, el nombre no se debe a las travesías de la perla, sino a su singular forma.
Antiguamente, la palabra peregrino significaba “raro, o especial”, y esta perla justamente estaba engarzada en un collar, junto a un importante diamante, dándole ese significado.
En 1969, la bellísima alhaja fue subastada y comprada por Richard Burton, para obsequiársela a su esposa, la actriz Elizabeth Taylor, quien la volvió famosa al usarla en dos de sus películas y la conservó hasta su fallecimiento.
Collar de Johnathon Arndt
La joya más cara que jamás haya pisado la alfombra roja, la llevó puesta la cantante Carrie Underwood en 2013 para la entrega de los premios Grammy. Se trataba de un collar de 381 quilates compuesto por diamantes blancos en diferentes formas, que fue creado por el diseñador de joyas Johnathon Arndt, y la cual está valuada en 31 millones de dólares.
Diamante Hope
También conocido como el Diamante Azul por su color azul marino muy llamativo, se hizo muy famoso porque se dice que detrás de su belleza, existe una “maldición” que ha hecho que cada uno de los poseedores de la maravillosa pieza sufriera una desgracia fatal.
Dicha maldición se atribuye al hecho de que el diamante fue robado del templo de una diosa india y que por lo tanto hace que esté maldito.
Hoy en día, el diamante se encuentra en exhibición en el Museo Nacional de Historia Natural de la Institución Smithsoniana.
Diamante Pink Star
Su nombre se debe al precioso color rosado de este diamante proveniente de una mina de Sudáfrica en 1999.
Su preciado valor, sin embargo, se debe a su gran tamaño; siendo que los joyeros tardaron 20 meses en cortarlo y darle forma ovalada, porque cualquier movimiento en falso podía arruinar la belleza del diamante.
No obstante, lo que hace aún más especial al “Estrella Rosa” es el precio con el que fue comprado en subasta en 2017: 71,2 millones de dólares. Dicha suma tan impresionante, lo convirtió en la joya más cara del mundo.
Diamante Cullinan
Este diamante se jacta de ser el más grande del mundo, con un peso de 621,35 gramos. Lo nombraron Cullinan en honor al dueño de la mina, pero también se lo conoce como Estrella del Sur, haciendo referencia a un diamante que aparece en un libro de Julio Verne.
En 1906 se lo regalaron al rey Eduardo VII, quien mandó a tallarlo, dando como resultado 105 piedras talladas del diamante original. Una de ellas decora la Corona del Estado Imperial Británica.
Collar Patiala
El impresionante collar fue una obra de arte realizada por la firma Cartier para el maharajá indio de Patiala en 1928. Esta contaba con cinco cadenas y un total de 2 930 diamantes, incluyendo el diamante amarillo más grande del mundo hasta ese momento.
En la década del 40, el collar de mayor tamaño jamás realizado desapareció misteriosamente del tesoro real, para aparecer años más tarde en una subasta, en Ginebra. Luego, en 1998, un representante de Cartier encontró parte del collar en una joyería de Londres, el cual se restauró reemplazando las piezas faltantes por otras similares, para poder exhibirlo en la vitrina de la casa parisina.
Panteras de Cartier
Otra joya icónica de la casa Cartier es la pantera que la inspira para realizar algunas de sus colecciones de joyas más famosas.
Esa pasión nació en 1914, cuando los dueños de la firma pidieron a una artista que pintara un cuadro como invitación a una de sus exposiciones, y esta hizo una bella acuarela que representaba a una elegante mujer con una pantera a sus pies.
A partir de allí, el diseño felino aparece en preciosas joyas creadas por la firma, muchas de ellas adquiridas por personajes célebres y reconocidos en el mundo.
Tuti Frutti de Cartier
Otra creación Cartier que destaca son las coloridas piezas de joyería engazadas de rubíes, esmeraldas y zafiros inspiradas en los viajes de Jacques Cartier por la India. Esta colección inspirada en las artes indias se conoce a nivel mundial como el estilo “Tutti Frutti”, el cual se caracteriza por combinar piedras preciosas en verdaderas obras de arte y buen gusto.
Jade Hutton-Mdviani
Barbara Hutton, perteneciente a la sociedad aristocrática neoyorquina, era una de las pocas mujeres ricas del siglo XX, que cuando contrajo matrimonio con el príncipe de Georgia, Alexis Mdivani, su padre le regaló un precioso collar con cuentas de jade auténtico, en color verde esmeralda y cierre de rubíes y diamantes realizado, también, por la firma Cartier.
Tiempo después, el collar fue adquirido en subasta por la famosa joyería, y forma parte de su valiosa colección. Este no solo tiene un valor histórico importante, sino también monetario, pues le costó a Cartier la bonita suma de 27,44 millones de dólares.