Los odontólogos se encargan de la salud bucodental; los oncólogos, del cáncer. Cada profesional tiene una especialidad concreta, como sucede con todas las especialidades médicas: el traumatólogo, trata lo relacionado con los huesos, el reumatólogo de las articulaciones o el cardiólogo el corazón. Cada parte del cuerpo, cuenta en la actualidad con su propio especialista en medicina. Esa especialización, ha dado como resultado grandes avances en la medicina. Sin embargo, son numerosas las ocasiones en las cuales es necesaria la combinación de varias especialidades para tratar a un mismo paciente por una sola enfermedad. Esto es debido a que una sola patología puede ocasionar problemas en diversas partes del organismo y requerir de varios especialistas.
Sobre el papel que juega el odontólogo en particular en relación al paciente oncológico, vamos a hablar en este artículo. Para ello, hemos consultado con Clínica La Paz, expertos en odontología que no han dudado en darnos algunas claves al respecto de la relación de la odontología y la oncología en los casos de pacientes con cáncer.
Para un odontólogo, enfrentarse a un paciente oncológico, puede convertirse en uno de los mayores retos de su carrera. Los tratamientos odontológicos en este tipo de pacientes, suelen ser bastante complejos, sobre todo, a nivel de coordinación entre los profesionales sanitarios. La actuación médica debe ser siempre meticulosa, pero en estos casos en concreto, deben serlo en mayor medida, teniendo siempre un objetivo claro en mente: brindar la mejor atención al paciente y evitar que las consecuencias de la terapia oncológica sean mayores.
Puesto que el cáncer es, ha sido y será un tema delicado de tratar, por lo serio de la misma y la importancia o gravedad que puede revestir, los profesionales de la odontología, quieren dejar clara la importancia del cuidado bucal en este tipo de pacientes. Sea a nivel preventivo o, derivado de los diferentes tratamientos sufridos para la combatir la enfermedad. De esta manera, los odontólogos, cuentan con un protocolo de actuación para estos casos, del que vamos a hablar a continuación.
Protocolos de actuación en pacientes de oncología
Los efectos que pueden producir los tratamientos oncológicos a nivel dental, pueden conllevar una serie de complicaciones que es necesario que los profesionales de la odontología, tengan en cuenta. En la mayoría de los casos, la prevención es la mejor manera de tratamiento posible, pero a veces, es inevitable tener que tratar los problemas derivados de las terapias oncológicas.
Para brindar una atención adecuada a estos pacientes en particular, es fundamental, seguir una serie de pautas conforme a las etapas siguientes: antes, durante y después del tratamiento.
Antes del tratamiento, el odontólogo debe poner toda la atención en finalizar y completar los tratamientos odontológicos a los que este sometido el paciente. De esta manera se minimizan los riesgos y posibles complicaciones que puede sufrir el paciente durante la quimioterapia. Una vez que el paciente tenga su diagnóstico oncológico, lo ideal es que el odontólogo realice una exhaustiva exploración clínica y radiológica para tratar todas las patologías bucales antes de que se inicie el tratamiento oncológico y evitar las posibles consecuencias derivadas el mismo.
Una de las características en los pacientes de oncología es la inmunosupresión a las que son sometidos, por lo que es fundamental que antes de iniciar cualquier tratamiento se tengan resultados recientes de los niveles de leucocitos y plaquetas, ya que es necesario que el paciente tenga unos mínimos antes de realizar cualquier tratamiento, sea preventivo o paliativo. Los pacientes oncológicos son más susceptibles de infección por lo que hay que prestar especial atención.
Los tratamientos de quimio y radioterapia son muy agresivos. Afectan a la cavidad oral de forma que hay que cumplir una serie de pautas de carácter preventivo para evitar contrariedades durante el tratamiento. En primer lugar se examinaran todos los elementos que componen la boca para evaluar su situación y el estado de la dentadura, las prótesis si las hubiera y los tejidos blandos.
Tras dicha revisión, se procederá a realizar las intervenciones que sean necesarias con la finalidad de evitar posibles focos de infección local en el paciente: caries, radiografías, extracción de piezas y prótesis deben ser realizadas antes de que se inicie el tratamiento oncológico.
En definitiva, todas las patologías o problemas bucodentales que tenga el paciente entre el diagnóstico oncológico y la instauración del tratamiento, deben tratarse en ese periodo para evitar posibles complicaciones o focos de infección posteriores.
Durante el tratamiento oncológico, se buscan soluciones a los posibles efectos secundarios a las terapias aplicadas. En esta fase, el odontólogo, debe prestar atención a los siguientes aspectos:
- Controles periódicos radiológicos si fuese necesario, pero evitándolos en la medida de lo posible; periodontales; de higiene bucal, haciendo hincapié en no fumar ni ingerir alcohol; mantener una dieta no cariogénica (evitando hidratos de carbono y azúcares); aplicar flúor y colutorios antisépticos; valorar existencia de llagas y heridas.
- Proponer tratamientos ante las infecciones que puedan presentarse; las alteraciones del gusto (disgeusia, hipogeusia, ageusia); la mucositis que produce inflamación de las mucosas; la xerostomía (sequedad de la boca a causa de mal funcionamiento de las glándulas salivares).
- Aconsejar respecto de la limitación del uso de dentaduras, proponiendo un uso funcional solo para alimentarse y no realizar exodoncias o endodoncias salvo estricta necesidad.
Finalizado el tratamiento oncológico, hay que seguir teniendo en cuenta las complicaciones que hayan podido darse durante el mismo. El odontólogo, realizará en este momento un examen que permita evaluar el estado general de la boca, teniendo en cuenta, su estado anterior. En esta fase, la actuación odontológica se dirige a:
- Practicar una revisión higiénica integral de la boca y proponer sesiones de fluoración durante al menos un año en aquellos pacientes con mayor predisposición a las caries.
- Evitar la práctica de exodoncias e implantes dentales durante el mismo periodo.
- Llevar a cabo limpiezas bucales cuando resulte imprescindible.
- Tratar las inflamaciones con anestésicos de uso tópico o corticoides.
- La xerostomía y mucositis debe tratarse con sialogogos y enjuagues bucales.
- Pueden tratarse endodoncias y obturaciones.
- Extracciones, prótesis removible e implantes son contraindicados en pacientes que han pasado por radioterapia.
Higiene bucodental en pacientes de oncología
Los odontólogos hacen especial hincapié en la concienciación que debe tomar un paciente sobre la importancia de la profilaxis en la cavidad oral. Es un factor clave y determinante dentro del tratamiento odontológico, tanto antes como durante y después de una terapia oncológica.
Las recomendaciones que hacen los profesionales de la odontología a los pacientes de cáncer son muy elementales y, a la vez, muy transcendentales:
- Mantener una higiene bucal sistemática y regular, completa tres veces al día de la siguiente manera: utilizar un cepillo de al menos dos o tres hileras de cerdas de nylon o tynex. Limpiar los dientes, la parte dorsal de la lengua y el surco gingival. Enjuagar el cepillo en agua cada veinte segundos en casos de xerostomía.
- Los dentífricos deben contener como mínimo mil cuatrocientas cincuenta ppm de flúor y sabor neutro.
- Utilizar enjuagues que no contengan azúcar ni alcohol durante uno o dos minutos.
- Utilizar seda dental una vez al día.
- Los rebordes maxilares y mandibulares, las áreas edéntulas de lengua y paladar, mejor limpiarlas con hisopos o algodón suave.
Otros consejos a tener en cuenta son utilizar una solución salina al 0,9% para neutralizar posibles irritaciones a causa de los dentífricos inadecuados. Puede añadirse igualmente bicarbonato sódico que ayuda a reducir la acidez y previene la aparición de caries.
Obviamente se recomienda abandonar el consumo de tabaco y alcohol de forma rigurosa.
El papel del odontólogo en la odontología es esencial. Resulta evidente que los pacientes oncológicos requieren de un equipo médico compuesto por numerosos especialistas que van desde el oncólogo hasta el enfermero. Cirujanos plásticos, nutricionistas, y especialistas relacionados con la ubicación del cáncer en si, como pueden ser neumólogos si se trata del pulmón, hematólogos en casos de leucemias, etc.
El odontólogo es uno de los especialistas comunes a todo tratamiento oncológico. Los protocolos de actuación frente a los pacientes oncológicos, conllevan un estrecho entramado de coordinación entre todos los profesionales implicados en cada caso. Esta relación se inicia desde la etapa preventiva en la que se pretenden eliminar las posibles complicaciones y finaliza cuando termina el tratamiento. Concienciar al paciente sobre la enfermedad es una de las piezas claves de su recuperación.
De ahí que los odontólogos posean una gran responsabilidad dentro del equipo de médicos con el que cuenta el paciente oncológico. Se trata de la primera línea de combate, la línea de defensa que, dentro del campo de la prevención, termina atendiendo las complicaciones en las que derivan las terapias de oncología. El papel que desempeñan los odontólogos es, a su entender, esencial y debe comprender aspectos tales como, mantener estrecho contacto con el resto de profesionales, proponer tratamientos sobre los efectos secundarios, eliminar el riesgo de infección y establecer un riguroso plan de revisiones. Todo esto, al mismo tiempo que se conciencia al paciente sobre la gran importancia que tiene para su salud, llevar a cabo una estricta higiene bucal.