Muchos de nosotros cada vez que tenemos invitados en casa o vamos a comer a un sitio de nivel, nos preguntamos ¿qué tipo de copa debemos usar en cada ocasión? Y es que, aunque no os lo creáis, lo cierto es que existe prácticamente una copa para cada ocasión y para cada bebida. Si bien es cierto que muchas veces en la comodidad de nuestro hogar siempre optamos por los mismos vasos o copas, la realidad es que cada bebida tiene sus particularidades y, con ello, un vaso o copa apropiado. No obstante, como os decimos, en nuestro día a día prácticamente podemos usar no más de 5 modelos diferentes, lo que, en muchas ocasiones cuando vamos a lugares con cierto caché, nos puede causar serios problemas y es que nos podemos encontrar con no saber en que copa debemos echar el vino, el agua, el refresco… Por todo ello, a lo largo de las siguientes líneas os queremos acercar un poco más la cultura de las copas y de los vasos y daros a conocer algunos de los más importantes junto con sus usos.
Tal y como os hemos adelantado, en cada uno de los establecimientos a los que vayamos podemos encontrarnos con diferentes copas y vasos, por lo que, sin más dilación, os presentamos algunos de los más comunes:
- Vaso de tubo. Es un vaso que se utiliza para muchos usos. Se suelen beber en él todo tipo de refrescos, combinados, zumos y cualquier bebida de un estilo parecido. Se pueden tomar tanto bebidas alcohólicas como bebidas sin alcohol.
Es una pieza muy utilizada desde siempre y que todo el mundo acostumbra a tener en sus casas, se suele ver en aperitivos y sobremesas.
- Vaso para el whisky. Es un vaso de cristal grueso y resistente utilizado para tomar todo tipo de whisky. Es otra de las piezas de cristalería de sobremesa, pero puede ser utilizado en cualquier momento del día. Es un vaso ancho y grueso para poder contener varios hielos y que el frío y los golpes del hielo en las paredes del vaso no lo rompa. Se sirve poca cantidad, unos dos dedos -todo depende del tamaño del vaso-. Como ocurre con las copas de vino tinto hay tamaños muy diversos en lo que respecta a los vasos de whisky.
- Copa de coñac. Es una copa con mucha solera y fácil de identificar por su forma y tamaño. Su boca es estrecha y su “panza” muy característica, y sirven para retener los aromas del coñac y así poder disfrutar más de él. La caña es fuerte y corta. Se sirve poca cantidad y nunca con hielo.
- Copa para el agua. Suele ser la copa de mayor tamaño de la mesa, tiene un ligero abombamiento que se utiliza para tomar el agua. El agua es la única bebida que puede servirse antes de empezar la comida. Se puede servir una cantidad bastante abundante, casi en su totalidad, dependiendo del tamaño de la copa. Si la copa es muy grande, basta con servir un poco más de la mitad. Es la primera copa que se coloca en la fila de copas, contando desde la izquierda. Si bien, como os decimos, es una más de las varias que debemos de poner en la mesa si queremos contar con una cristalería de nivel. Así, si vosotros también os queréis sumar a la tendencia actual en la que prima la calidad y el buen gusto, nosotros os recomendamos que os paséis por Giona premium glass, donde encontraréis las últimas tendencias de copas del mercado siempre con el mejor estilo y calidad de materiales para garantizar un producto de primer nivel.
- Copa para el champán o cava. Es una copa alta y estilizada que se usa para beber el cava o el champán. Una copa así, hace que la fila de burbujas suba de manera suave hacia la superficie. Se acostumbra a servir hasta llenar un poco más de la mitad de su capacidad, en función del tamaño de la copa. Esta copa se pone al final de la hilera que forman todas las copas de la comida, o bien se coloca al final para hacer el brindis o en el momento de servir la bebida que vaya en esa copa, aunque lo mejor es colocarla desde el principio.
Las copas de vino
En lo que al vino respecta, las dos copas que más comúnmente veremos son:
- Copa para el vino tinto. Igual que la del agua, también es una copa de gran tamaño, aunque la apertura de la boca es más estrecha que la de agua, para poder enviar el vino hacía el centro de la lengua y evitar que se dirija hacia los laterales, que es donde se encuentran las papilas gustativas que se encargan de detectar los sabores amargos. Se sirve una cantidad moderada para evitar que el vino se caliente en la copa y se coloca a la derecha de la copa de agua. En el caso de que durante la comida no vayamos a tomar vino, podemos indicar que se lleven ese tipo de copa para tener más espacio.
- Copa para el vino blanco. Es una copa algo más estrecha que del vino tinto, y también es ligeramente más pequeña. Se usa para degustar en ella tanto vinos blancos como rosados que suelen servirse fríos. Se acostumbra a servir poca cantidad en estas copas para evitar que el vino se caliente y mantener el vino en la botella que normalmente se mantendrá dentro de una cubitera. Se sirve como un tercio de su capacidad, en función del tamaño de la copa. Su boca estrecha hace que se mantenga el aroma del vino. Se coloca a la derecha de la copa del vino tinto.