El Slow Dentristy es un nuevo enfoque en la salud dental que aboga por las soluciones lentas, supervisadas por profesionales, que buscan conservar la dentadura original, frente a las intervenciones de impacto que transforman de golpe nuestra sonrisa. Conozcamos un poco más sobre ella.
Solemos acudir al dentista para buscar una solución inmediata a un problema que acaba de aparecer en nuestra boca o que nos preocupa. Desde un dolor de muelas insoportable, hasta un blanqueamiento exprés de los dientes. Queremos que el dentista nos lo resuelva lo antes posible con un resultado que nos satisfaga.
Damos más valor a la apariencia inicial del resultado que a la salud de nuestra boca. Como consecuencia, a veces, padecemos empastes que se nos caen, implantes que se infectan o dientes bastante blancos, que sufren hipersensibilidad dental ante los alimentos fríos. No quiero acusar a nadie. Hoy por hoy, la odontología en general es bastante segura. Pero, no hay apósito que sustituya por completo la operatividad de los dientes naturales, ni atajos milagrosos que restablezcan la salud de nuestra boca.
Buena parte de las enfermedades dentales se pueden prevenir y curar con un seguimiento continuado por parte de los odontólogos. Esto implica, para los pacientes, abandonar esa impaciencia por ver resultados rápidos. Y para los facultativos, sacar todo el partido posible a su profesionalidad.
Hemos hablado con los odontólogos de C.R.O. Especialidades Dentales, una clínica de Boadilla del Monte (Madrid) formada por profesionales con una larga trayectoria en salud dental. Nos cuentan que el Slow Dentristy, una filosofía que comparten al 100%, se basa en el cuidado, el esmero y la profesionalidad en los tratamientos dentales. Buscando resultados duraderos, sin impacientarse con el tiempo. Huyendo, de esta manera, de la odontología rápida y cortoplacista. Estas son algunos aspectos de los que nos han hablado:
¿Qué es el Slow Dentristy?
La revista para dentistas Enfoque Dental señala que el “Slow Dentristy” u odontología lenta se basa en ofrecer una mejor experiencia al cliente que acude a la clínica dental. Centrándose en la calidad del tratamiento, más que en la inmediatez de los resultados. Desde este punto de vista, prima antes atender bien a un paciente que atender muchos pacientes a lo largo del día.
El Slow Dentristy requiere de una visión estratégica e integral de la salud dental. Es un planteamiento sin trampa ni cartón, donde lo que guía al profesional es la buena salud de su paciente a largo plazo.
Esto implica la colaboración del paciente. El cual pasa a constituir un equipo con su dentista. Entre los dos van a superar los problemas que aparezcan en la boca para alcanzar una salud dental más consistente.
Desde aquí, el dentista tiene que adoptar una actitud didáctica. Debe explicarle a su paciente que le sucede y el sentido de su tratamiento. De manera que pueda involucrarlo para que siga en casa sus indicaciones.
Con este enfoque se desacelera el proceso dental. No por capricho, sino para mejorar la experiencia del paciente y aumentar la calidad de los tratamientos. Desde el principio hasta el final, la asistencia adopta un enfoque totalmente personalizado.
La corriente del Slow Dentristy surge en Italia en el 2016 y rápidamente se ha extendido por todo el mundo, ganando gran popularidad entre amplios sectores de la población. Hoy encontramos dentistas que siguen esta corriente en los 5 continentes.
Tratamientos de Slow Dentristy.
Antes de nada hay que insistir en que el Slow Dentristy es una filosofía, un punto de vista, que de una manera u otra, atañe a todas las áreas de la odontología y la estética dental. Aun así, para comprender el concepto, lo mejor es ver cómo se da en concreto al aplicar un tratamiento. Estos son tres ejemplos ilustrativos:
- Implantes Dentales.
Con el Slow Dentistry, el proceso de colocación de implantes se lleva a cabo con un enfoque más pausado y meticuloso. Se comienza trabajando un diagnóstico exhaustivo. Se da tiempo suficiente para que el implante se integre perfectamente en la estructura maxilofacial del paciente, que se produzca la osteointegración. Esto suele requerir que el paciente acuda a varias visitas de seguimiento para que el implantólogo supervise que los tejidos cicatrizan adecuadamente y que no hay riesgo de infección.
Quizás el enfoque diametralmente opuesto sea la implantología de carga inmediata. Un novedoso tratamiento en el que en el mismo día de la colocación del implante, al paciente se le instala una prótesis provisional.
- Endodoncia.
Este es una intervención bastante frecuente que se basa en el tratamiento de conductos. En el saneamiento de la pulpa interna del diente, por la que discurren las terminaciones nerviosas, y en el sellado, para preservarla. Es lo que popularmente llamamos “matar el nervio”. Una acción necesaria para reconstruir dientes afectados por una caries severa.
En este caso, en lugar de realizar el tratamiento de manera apresurada, en Slow Dentistry, el especialista se toma el tiempo necesario para desinfectar completamente los conductos y asegurarse de que se haya eliminado toda la infección.
Las sesiones suelen espaciarse para garantizar que el proceso sea más seguro y efectivo.
Con el enfoque tradicional a menudo se tiende a ser más rápido. Tratando de completar el procedimiento en una o dos sesiones. El dentista Slow Dentistry da prioridad a la seguridad y comodidad del paciente frente a la rapidez de la intervención.
- Reconstrucción Dental.
Aquí estamos hablando de la colocación de prótesis dentales. La implantación de puentes y dentaduras postizas. El odontólogo presta especial atención a la personalización del diseño y, sobre todo, a la precisión. Esto implica realizar diferentes visitas para ajustar la prótesis y para supervisar la adaptación del paciente, velando en todo momento por minimizar las molestias y mejorar la calidad de vida.
En la odontología convencional, se tiende a acelerar el proceso para comodidad del paciente. Con tratamientos en menos sesiones y coronas más rápidas, pero, a veces, con un menor ajuste y personalización.
Beneficios para el paciente.
La revista Gaceta Dental opina que el enfoque Slow Dentristy mejora la atención al paciente, ya que obliga al dentista a establecer una comunicación abierta y clara con el cliente, ofreciendo en todo momento un trato personalizado. Estas son algunas de las ventajas que reportan al usuario:
- Reduce la ansiedad. Al realizarse las visitas sin agobio de tiempo, el paciente se siente más cómodo en la consulta, pudiendo aclarar con el dentista todas las dudas que le surjan. Adquiere una perspectiva a largo plazo sobre su salud dental, despejando posibles preocupaciones respecto a efectos que tardan tiempo en manifestarse.
- Mejora la calidad de los tratamientos. El Slow Dentristy programa más sesiones de seguimiento para supervisar la evolución de los tratamientos, reduciendo el riesgo de complicaciones y mejorando el resultado final.
- Enfoque preventivo. Esta corriente odontológica le da bastante importancia a la salud dental preventiva. Poniendo atención en aspectos como la higiene dental o los cuidados caseros que el paciente debe realizar en casa. Previniendo, de esta forma, posibles enfermedades y trastornos bucales que se pudieran dar en un futuro.
- Participación en los procedimientos. El paciente se siente parte activa de los tratamientos. No es un mero objeto. Es un sujeto activo. Desde la información que recibe en la consulta hasta las instrucciones que debe seguir en casa, el paciente percibe que su mejora depende en gran medida de lo que él. Formando un tándem con su dentista, en el que los dos, remando en la misma dirección, alcanzarán las metas pretendidas.
- Asistencia personalizada. Todo el planteamiento del Slow Dentristy se basa en la asistencia personalizada. Desde el diagnóstico y estudio exhaustivo de cada caso, hasta el seguimiento de los tratamientos, observando cómo evoluciona en concreto el paciente.
- Aumenta la confianza en la salud dental. Al sentirse escuchado y atendido, el paciente aumenta su confianza en el trabajo de las clínicas dentales, mostrándose abierto a posibles tratamientos en un futuro y depositando la salud de su boca en manos del odontólogo sin mostrar ningún tipo de reservas.
Ventajas para la clínica.
Las clínicas y profesionales que adoptan este planteamiento también salen beneficiadas. Lo vamos a ver en concreto en algunas cuestiones:
- Un trabajo más gratificante. Al dedicarle más tiempo y medios a cada paciente, el odontólogo puede concentrarse en cada caso, poniendo todo su conocimiento y atención en la resolución del problema, sin sentirse presionado por atender a mucha gente o por obtener resultados inmediatos. Algo que le permite sentirse realizado con su trabajo.
- Aumenta el prestigio de la clínica. Al invertir más cuidado y esmero en cada tratamiento, inevitablemente, el porcentaje de éxito se disparará. Algo que, sin duda, redunda positivamente en el prestigio que la clínica tiene en su ámbito geográfico de actuación y en el sector.
- Fidelización de clientes. Un cliente contento es un cliente satisfecho. Alguien que no dudará en regresar a la clínica para resolver cualquier asunto relacionado con su boca y que nos recomendará a más gente.
Por tanto, el Slow Dentristy es un enfoque en el que pacientes y profesionales salimos beneficiados.